El futuro de Barbate
El macroproyecto Trafalgar-San Ambrosio es una iniciativa urbanística y turística que se ha planificado para la zona homónima, entre los núcleos de población de Los Caños de Meca y Zahora, en Barbate.
Objetivo y Alcance: El proyecto busca desarrollar una gran área con fines turísticos y hoteleros.
Infraestructura Propuesta: Contempla la construcción de una infraestructura turística de gran escala, que incluye más de 2.000 plazas hoteleras y 300 viviendas turísticas.
Impacto Urbanístico: El plan implicaría la recalificación de terrenos naturales y la reordenación urbanística de la zona.
Estatus: La modificación del proyecto del mes de mayo fue aprobada provisionalmente por el Pleno del Ayuntamiento de Barbate, con el apoyo de AxSí, PP, la abstención de Siempre Barbate y el PSOE, que ahora afirma que ha presentado alegaciones al proyecto y “posiblemente recurso”.
Fundamentos de la Oposición al Proyecto
La oposición al proyecto se basa en varios pilares, principalmente ambientales, urbanísticos y sociales:
Impacto Ambiental y Sostenibilidad:
Recursos Hídricos: Existe una gran preocupación por la carencia de recursos hídricos y la afección al acuífero de la zona. Se ha señalado que el acuífero ya está al 100% de su explotación y presenta un estado cuantitativo y químico deficiente.
Saneamiento y Depuración: Se critica la ausencia de infraestructuras adecuadas de saneamiento y depuración de aguas residuales, un problema que ya afecta al municipio con multas de la Unión Europea.
Afección a Hábitats Protegidos: El proyecto colinda con el Parque Natural de La Breña y las Marismas del Barbate y afecta a hábitats de importancia comunitaria cercanos al Cabo de Trafalgar. Se lo califica de "aberración urbanística insostenible e inviable" por la amenaza a la singularidad natural de la zona.
Deficiencias Urbanísticas y Desfase:
El proyecto es considerado "desfasado", con origen hace treinta años, y carece de una justificación urbanística actual. No estaba contemplado en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) inicial.
Se denuncia un modelo turístico "agresivo y obsoleto" que contempla la construcción de más de 2.000 plazas hoteleras y 300 viviendas turísticas en una zona de alto valor ecológico.
Falta de Transparencia y Participación Ciudadana:
Se ha criticado el "estricto secretismo" en el proceso de aprobación y la "despreciable" falta de información pública y participación ciudadana. Más de 500 alegaciones presentadas por colectivos y particulares fueron "sistemáticamente desestimadas".
Los opositores argumentan que las supuestas mejoras en servicios para Caños de Meca y Zahora podrían lograrse sin recalificar terrenos naturales.
Declaraciones de los Líderes y Colectivos de Oposición
Diversas plataformas y organizaciones han expresado su firme rechazo al proyecto:
Plataforma Salvemos Trafalgar:
Ha convocado asambleas abiertas y ha recogido más de 1.300 firmas en pocos días, con el objetivo de alcanzar las 10.000.
Su principal declaración es que "otro modelo de desarrollo es posible, uno que respete y preserve la singularidad natural de la zona".
Denuncian que el proyecto representa una "política urbanística del pelotazo" que amenaza el ecosistema local, el suministro de agua potable y los servicios básicos.
Ecologistas en Acción:
Han presentado alegaciones detalladas, afirmando que el proyecto es "inviable" debido a los problemas hídricos y de saneamiento.
Consideran que la modificación del PGOU para este proyecto carece de justificación demográfica y social.
Asociación de Vecinos “Costa de la Luz” de Zahora:
Insiste en el rechazo al proyecto, calificándolo de "aberración urbanística insostenible e inviable".
Cuestionan la urgencia de su aprobación, preguntándose por qué no se han abordado antes las necesidades de agua potable y regularización urbanística.
Los políticos, en el limbo
La clase política barbateña demuestra inconsciencia al promocionar (o transigir con ella) una iniciativa que ahondaría en la descapitalización humana y ambiental de nuestro pueblo. Barbate necesita a los barbateños, y estos modelos turísticos estacionales acaban afectando a toda la población y expulsando de su territorio a sus pobladores orginales:
Encarecen un bien tan imprescindible y escaso como la vivienda.
Conllevan una subida de precios generalizada en los productos y servicios.
Ahondan en la estacionalización del trabajo en un sector altamente precario e informal.
Aumento de las Desigualdades Sociales: La concentración de la riqueza en el sector turístico puede acentuar las desigualdades sociales dentro de la comunidad.
Pérdida de Identidad y Tradiciones: Las actividades tradicionales pueden ser desplazadas por otras más rentables o "turistificadas", lo que puede llevar a una pérdida de la identidad cultural y a la aculturación.
Fricciones con la Población Local: La masificación puede generar problemas como el ruido, la congestión de los servicios públicos, el encarecimiento de los alquileres y el cierre de comercios tradicionales.
Pérdida de la Calidad del Destino: La saturación y la masificación pueden disminuir la percepción de calidad del destino, tanto para los visitantes como para los propios habitantes.
Convocatoria informativa y de recogida de firmas
Si inicialmente afirmamos que PSOE se abstuvo en la modificación reciente del proyecto, fuentes del PSOE nos puntualizan que así es, que no tenían reproche técnico que hacer a la misma y que la urgencia con que se incorporó el tema al pleno no les permitió estudiarlo más a fondo. Y, asimismo, quieren dejar constancia de que el proyecto original contó con su voto en contra. Ahora, tras la modificación, afirman haber presentado alegaciones al proyecto y “posiblemente recurso”. Este es un futurible y no un hecho consumado, por lo tanto.
Frente a la mala praxis y la inacción de la clase política barbateña, la sociedad civil, afortunadamente, está organizada. La plataforma Salvemos Trafalgar estará informando sobre las consecuencias de este disparate y recabando firmas, que ya superan las mil, para dejar constancia de la oposición ciudadana. Será este próximo sábado, 19 de julio, a las 21 horas, junto al bodrio del atún en el Paseo Marítimo.