Así no: un pueblo es de todos
Barruntando sobre qué escribir esta semana, e intentado seguir siendo fiel a ese empeño de hablar de cosas del pueblo, en una línea donde "defienda posiciones" de manera educada, algo que, por cierto, "no se lleva" en las redes sociales, ni fuera de ellas tampoco, para qué nos vamos a engañar. Y, acudiendo a un dicho que decía aquello de "tú no eres de..." , en este caso de Barbate, si no hablas de lo sucedido en el último Pleno del Ayuntamiento.
Y así, me pongo a darle al teclado, y la primera sensación que me viene a la cabeza al hacer el escrito, es la tristeza que me producen unos hechos y las personas que lo protagonizaron, que posiblemente conscientes de que el fin de una "etapa política" puede estar cada vez más cerca -algo por cierto, normal en democracia- se aferran a "esparcir odio", contra personas, siglas o ideologías, en lo que parece un intento desesperado de cambiar una tendencia descendente, a la que les conduce, no esos "enemigos imaginarios" que a toda costa intentan mantener vivos, sino posiblemente una falta de competencia, y/o, falta de aptitud, con "p", y actitud, con "c", demostrada tras días, semanas, meses y... años, en un ejercicio del poder banal e inconsistente, que incluso considera "enemigos" a quienes no piensen como ellos.
Con la sensación, a estas alturas del escrito, que está quedando más "metafísico" de lo que debiera, la verdad es que así se va a quedar, porque no me sale otra manera, aunque va un último intento, que tengo la convicción de que "caerá en saco roto", de decirle a quienes han perdido toda capacidad de escuchar, o reflexionar, que hay muchas maneras de terminar etapas y procesos en esta vida, en el ámbito que sea -incluido el político-, y que la menos aconsejable desde un punto de vista ético y estético -por cierto, cuestiones que tampoco están de actualidad- es intentar seguir manteniendo el poder, esparciendo odio a diestro y siniestro, cuando a lo mejor es todo más fácil, o al menos debería serlo, y reconocer como dijo alguien, "lo siento, me he equivocado", o lo intenté, puse todo mi empeño en que todo saliera bien, o al menos, mejor de lo que ha salido, pero no pudo ser, y no fue posible, por esta o aquellas circunstancia, o por " fas, o por nefás", e intentar cambiar el rumbo, que puede comenzar, por donde antes veían a un enemigo, ver a un" colaborador ", no con él, o con ellos, sino con su pueblo, que mientras no se demuestre lo contrario es de " todos, todas, y... todes"
En fin, con la convicción de que este intento está destinado al fracaso, termino con la misma sensación con la que comencé el escrito, y es que "esparcir odio" contra quien no piensa como tú, nunca ha traído nada bueno, al margen de que es antidemocrático, e inaceptable. Pero bueno, este es el panorama a día de hoy, que AJOLÁ cambie, porque quedan todavía 2 AÑOS DE LEGISLATURA. Salud.