Triunfalismo en el fracaso
Hace unos días, el Ayuntamiento de Barbate difundía las cifras de desempleo de nuestro pueblo en abril con respecto a marzo. “Según los datos aportados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE)”, en Barbate descendió el número de inscritos en el SAE en 183 personas. “Desde el Ayuntamiento de Barbate se valora muy positivamente esta tendencia descendente del desempleo, que refleja el esfuerzo conjunto de las instituciones públicas, el tejido empresarial y los trabajadores del municipio”, añadía en su nota. Cifra positiva, sin duda, pero hay que verla en contexto y no influida por la Semana Santa. Veamos.
Hemos accedido a los datos de demandantes de empleo por municipio del Gobierno de España. De esa larga lista de archivos, hemos seleccionado los referentes al primer semestre de cada año desde 2015, año en que Miguel Molina accede a la alcaldía. ¿Por qué? Un dato puntual de un mes no es significativo, hay que ver la evolución a lo largo de los años para comprender la tendencia y poder evaluar el éxito o el fracaso del “conjunto de las instituciones públicas, el tejido empresarial y los trabajadores del municipio”.
Esto, en primer lugar. En segundo lugar, es también necesario que miremos qué ocurre en nuestro entorno. En nuestro caso, no solo extraemos las cifras de Barbate, también las del resto de municipios de nuestro comarca, las de nuestras tres capitales provinciales y las de un pueblo vecino (Tarifa) con el que compartimos modelo productivo y al que parece que los barbateños envidiamos por su éxito turístico.
Sin más, ahí van las cifras:
Elaboración propia a partir de datos del Gobierno de España.
La última columna muestra la variación porcentual del desempleo a comienzos de 2025 con respecto a comienzos de 2015. Alcalá de los Gazules, Benalup-Casas Viejas, Cádiz, Jerez, Medina Sidonia, Paterna de Rivera, San José del Valle y Vejer de la Frontera experimentan descensos por encima del 18 %, cifras muy sobresalientes.
Algeciras, una de nuestras tres capitales provinciales, experimenta un exiguo descenso del desempleo de un 1,4 %. Ya advertimos aquí recientemente que el puerto de Algeciras está siendo perjudicado por las instituciones estatales en beneficio del puerto de Barcelona. Es un proceso de décadas que ya se observa notablemente cómo está afectando a nuestra capital y a nuestra provincia. Las cifras de desempleo son claras, y Algeciras se sitúa a la cola de los municipios considerados. Ni su puerto ni su industria crean oportunidades a los ciudadanos.
¿Y los siguientes con peor comportamiento? Conil, Tarifa y Barbate, por este orden. Así que cuidado con lo que deseamos, señor Molina y barbateños. Los modelos turísticos de Conil y Tarifa no crean empleo. Crean riqueza, sí, pero que no necesariamente repercute en más oportunidades para la gente. Al contrario, no crea nuevos puestos de trabajo y limita el acceso a la vivienda, entre otros males.
En fin, quede aquí este análisis a la carrera. Pero señor Molina, cuidado, no andemos celebrando nuestro fracaso. Le quedan dos años para intentar introducir o fomentar cambios en nuestro modelo productivo. Para empezar, no sería mala idea que el Ayuntamiento entrase a limitar o penalizar con una tasa municipal los alquileres turísticos, por ejemplo. Suya es la responsabilidad.