Barbate en el espejo: entre el optimismo sin proyectos y la crítica de las realidades

Al cumplirse los dos primeros años del actual gobierno municipal en Barbate, la narrativa sobre el estado de nuestro pueblo se bifurca en dos caminos claramente diferenciados. Por un lado, la visión de un equipo de gobierno que celebra la supuesta estabilidad recuperada; por otro, la de una oposición que denuncia parálisis y abandono, señalando la desconexión entre los anuncios y la realidad diaria de los barbateños.

La visión del gobierno: estabilidad económica

Desde el equipo de gobierno, la voz del alcalde Miguel Molina (AxSí) lanza esta vez un mensaje de optimismo y superación. Se debate permanentemente entre el optimismo y el victimismo, y en esta ocasión toma el optimismo al valorar su gestión. Qué raro. En entrevistas recientes en "Viva Barbate" (17 de junio de 2025), Molina destaca como "un hito" y un "punto y final al Barbate de la precariedad" la regularización de la deuda histórica con la Seguridad Social y Hacienda. Esta acción permite la "liberación de la Participación en los Ingresos del Estado (PIE)" y la ansiada posibilidad de "acceder a nuevas subvenciones y programas". Su balance es claro: "Venimos del caos más profundo y ahora ya hay luz en el camino", afirmó en otra ocasión.

Esta perspectiva es respaldada por Ana Moreno (PP), primera teniente de Alcalde, quien, en la misma línea (17 de junio de 2025), celebra la "gran solución" a la situación económica y la ordenación de la deuda. Moreno subraya su compromiso con el municipio, distanciándose de la política como medio de vida: "Dije que la deuda me quitaba el sueño y le hemos dado una gran solución". Su contribución a la estabilidad económica es reconocida incluso por parte de la oposición. Sin ella, no se habría llegado a esta solución. Pero ¿es definitiva?

La oposición: parálisis, boquetes y promesas que no llegan

Desde la oposición, el panorama es radicalmente diferente. Javier Rodríguez (Grupo Municipal Socialista, 23 de junio de 2025) pinta un cuadro de frustración ciudadana. Según él, lo que los vecinos le transmiten es que Barbate sufre "una parálisis y un estado de abandono brutal". Sus críticas se centran en el "estado de las calles, del asfaltado, de las barriadas y de la dejadez en la limpieza urbana", así como en la "falta de gestión pública por parte de AxSí y PP" que "nos aboca a un caos técnico y político".

A esta visión se suma el reconvertido Carlos Llaves (Siempre Barbate), quien ofrece un diagnóstico contundente. Para Llaves, la gestión del gobierno se basa en "ir tapando agujeros, en ir apagando fuegos", careciendo de un "proyecto de pueblo" o una "estructura sobre qué es lo que se quiere para el pueblo". No duda en hablar de "mentiras y engaños", señalando promesas incumplidas como la apertura del Cine Avenida o la construcción de una residencia de mayores, mientras "las instalaciones municipales están que dan pena". Vamos con Míster sí, ¡qué reconversión a dos años de las elecciones!

El Plan de Singularidad y la deuda

Un punto de fricción particular es el llamado Plan de Singularidad de los 411 millones de euros. Carlos Llaves lo considera "para reírse", un plan "absurdo" diseñado por un externo (exalcalde de Los Barrios, con un coste de quince mil euros) sin consulta a los agentes sociales, políticos y económicos locales, tildándolo de "redactado por inteligencia artificial basado en recortes de prensa". Cuestiona duramente la idea de que no hay técnicos capacitados en Barbate para desarrollar tal documento.

Sobre la deuda, Llaves concede que la entrada del PP y Ana Moreno ha supuesto una mejora al ordenar la situación económica y liberar el PIE, lo que es una "extraordinaria noticia". Sin embargo, matiza que "la deuda sigue ahí" y que, aunque se pueden acoger a subvenciones, estas "siguen saliendo y las vamos perdiendo porque no se trabajan", sugiriendo una falta de estructura para captarlas. Además, pone el foco en el "gran problema" del municipio: el elevado capítulo de gastos de personal y el aumento de "siete cargos de confianza".

La queja sobre el estado de las calles es una constante. Carlos Llaves lo ilustra con una frase: "He ido por calles en las que yo jugaba a las canicas de pequeño y que a día de hoy tienen los mismos o más boquetes". Tanto él como Javier Rodríguez insisten en que la limpieza, la seguridad y el estado del viario público deben ser prioridades, ya que para eso "pagan los ciudadanos sus impuestos".


El futuro político: Un endurecimiento de la oposición

Ante este panorama, la oposición anuncia cambios. Carlos Llaves adelanta un endurecimiento de la postura de Siempre Barbate. Tras dos años de "voto de confianza" y disposición a colaborar, sienten que no se cuenta con ellos, lo que les lleva a "decir y denunciar todo lo que ocurre". En nuestra opinión, es un periodo demasiado largo para justificar lo que realmente ha sido inacción. Los 110 € por asistencia a pleno no dan para dedicarse en exclusiva a la política, pero sí para tener la vergüenza de prepararse los plenos.

Barbate en la balanza: La realidad más allá de los discursos

El tiempo dirá si la "luz al final del camino" que promete el alcalde ilumina también los boquetes de nuestras calles y las puertas aún cerradas de nuestras instalaciones municipales.

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