Esta semana se han celebrado en el Ayuntamiento de Barbate dos plenos extraordinarios convocados con carácter de urgencia (a menos de 24 horas de su celebración). Esto es un obstáculo a la democracia, ya que, en primer lugar, no permite a los concejales de la oposición evaluar convenientemente las propuestas y conocerlas en profundidad; y, en segundo lugar, incluso les dificulta la asistencia a los plenos para discutirlas al tener otras ocupaciones de las que viven. La anomalía se convierte en norma en el Ayuntamiento de Barbate.