¡Viva el fango!, diría un

Hace muy poquitos días, los barbateños hemos hecho el camino de las viudas para visitar a quienes ya no se vuelven a levantar. No se han ido, están ahí, y siguen latiendo en nuestro corazón y en nuestra memoria; y tan claro, tan limpio y tan alto, como atestiguan las flores nuevas que hemos dejado en sus lápidas.

En política, sin embargo, las más de las veces, hacer memoria es otra cosa, más parecida a revolcarse en el fango y a conectar aspersores que echan aguas cloacales. Y no hay que irse al Congreso de los Diputados para presenciar el espectáculo, basta con mirar las redes sociales de los partidos políticos locales.

El pasado 9 de noviembre el PSOE de Barbate publicó en su perfil de Facebook que “la Concejala de Cultura, Ana Valencia perteneciente al partido de Andalucía Por Sí ha vuelto a insultar a los militantes y simpatizantes del PSOE de Barbate con su afirmación en un video reciente, ‘basura socialista’“. Ana Valencia ya ha denigrado a todos los barbateños, así que no nos sorprende que ahora se centre en los socialistas. Sí nos provoca estupefacción que el PSOE de Barbate propague el mensaje en sus redes sociales adoptando una postura victimista que no sienta nada bien a quien quiere dirigir los destinos de Barbate. Hoy ya tenemos a Molina para desempeñar ese rol, ¿pero mañana también lo adoptará el siguiente? Ajú.

Dos días después, el 11 de noviembre, antier, los de la rosa decidieron cambiar el paso, centrarse en la política y afear las promesas incumplidas por el PP de Barbate: “Prometieron una auditoría externa, el dragado del río, una residencia de mayores y viviendas sociales. A día de hoy, ¡nada se ha cumplido!”. Pero asimismo aprovecharon la ocasión para atacar a Ana Moreno: “Y lo más grave: en el último pleno, Ana Moreno mintió al decir que sus concejales habían estado en las concentraciones por el cribado de cáncer de mama. Un tema demasiado sensible para usarlo políticamente”. Curioso que los socialistas intenten utilizar políticamente un tema que creen que debe quedar fuera de la controversia.

Ha sido esta última entrada la que ha desatado la furia de los populares para volcar su ira contra Javier Rodríguez: “Barbate sabe perfectamente quién es quién. Y sabe que Javier Rodríguez Cabeza, actual secretario general del PSOE, fue número dos de AxSí, que acompañó a Miguel Molina durante seis años y medio de los diez años en los que gobernó, jurando fidelidad absoluta. Y que después anunció públicamente que dejaba la política para siempre”. Y apostillan: “Ahí: están los vídeos. Ahí está la hemeroteca. Ahí están sus declaraciones diciendo que el gran problema de Barbate eran los socialistas, tanto los que gobernaban en el Ayuntamiento como en la Junta y en el Gobierno central. Diciendo que el lema del PSOE era ‘a Barbate ni agua’. Diciendo que la Mancomunidad era un nido de enchufados y que había que salirse… Y ahora la preside, solo para tener un sueldo y seguir viviendo de la política”.

En el ataque del PP de Barbate a Javier Rodríguez concluyen que “hay algo que es evidente: a la política se debe llegar con la vida resuelta. Si alguien no ha sido capaz de estructurar su propia vida, ¿cómo va a estructurar un pueblo?”.

Resulta curioso que los actuales socios de gobierno de Miguel Molina achaquen a un particular haber formado parte de su gobierno durante seis años. No tanto que los conservadores consideren que la política debe ser cosa de ricos, ni que el pensamiento y las creencias son una estructura granítica e inamovible. Y sí, nos deja con la incertidumbre de a qué se refería Rodríguez cuando consideraba (según el PP) que “la Mancomunidad era un nido de enchufados y que había que salirse”. Si el desglose de los gastos y las contrataciones discrecionales del Ayuntamiento de Barbate no lo conocemos, el de la Mancomunidad de Municipios de La Janda tampoco.

Por último, en cuanto al comentario del PSOE de Barbate sobre el cáncer de mama y la supuesta mentira de Ana Moreno, el PP sentencia que “usarlo para atacar a una mujer demuestra la desesperación del candidato socialista por seguir viviendo de la política, por estirar el chicle, por aferrarse a un sueldo a cualquier precio. Demuestra falta de ética, falta de límites y falta de humanidad”.

En fin, este es el nivel. Es más fácil encontrar reunidos a nuestros políticos pisando un charco que en una mesa. Y ahí están, pegándose tiros en las redes sociales, cuya crispación alimentan. Solo una cosita para todos ellos: eligen a sus socios, pero no a sus adversarios; esto último es cosa del pueblo. Si no se respetan entre ustedes, respeten la voluntad popular.

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