Una nueva amenaza para Barbate: la cuota del atún rojo
El atún rojo, para Barbate, es historia y tradición, y motor económico de la pesca artesanal de La Janda. Por ello, la reunión de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que se celebra estos días de noviembre, es seguida con absoluta expectación, y ahora, con una creciente inquietud.
Hasta hace apenas unas semanas, reinaba el optimismo. El éxito en la recuperación biológica del Thunnus thynnus en el Atlántico Oriental, tras más de una década de planes de conservación, auguraba una buena noticia para nuestra costa. La previsión que manejaban tanto la delegación española como la Unión Europea era un aumento de la cuota de captura para el próximo trienio (2026-2028).
El propio Ministro de Agricultura, Luis Planas, llegó a señalar la existencia de una recomendación científica para "elevar sobre un 19% el nivel de capturas" (Qcom.es, 20 de noviembre de 2025). De hecho, los informes más recientes (Europa Sur, 13 de noviembre de 2025) confirmaban que la cuota de España subiría entre un 7% y un 17%. Un incremento que era vital para asegurar la estabilidad, o incluso el crecimiento, de nuestros métodos de pesca sostenible, singularmente la almadraba.
El Factor Geopolítico que Amenaza la Estabilidad
Sin embargo, en la geopolítica de las cuotas internacionales, la biología no es la única fuerza en juego. La estabilidad de Barbate y su sector pesquero se ha visto gravemente amenazada por una injerencia externa y política: las recientes declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, cuyo plan económico incluye una estrategia para favorecer a las flotas de EE. UU. mediante la reducción de cuotas europeas. En concreto pide para su nación 6.000 toneladas de las 21.000 que Europa tenía asignada hasta ahora, lo que supone más de un 28 %.
La ICCAT es un organismo científico, sí, pero sus decisiones finales son políticas. Si la delegación estadounidense consigue imponer un recorte en la cuota europea, el golpe sería directo y demoledor para la almadraba gaditana.
Una reducción forzada de nuestra cuota implicaría:
Inestabilidad Económica: Pérdida de días de pesca o una limitación en las capturas, mermando los ingresos de un sector que ya opera con márgenes estrechos.
Impacto Social: Riesgo directo sobre los cientos de empleos fijos y temporales que genera la almadraba.
Defensa de la Tradición y la Sostenibilidad
Desde España se defiende una postura firme y basada en la evidencia: la asignación de cuotas debe seguir rigurosamente las recomendaciones del Comité Científico de ICCAT, y no las presiones comerciales de terceros países.
La almadraba de Barbate es un ejemplo de sostenibilidad y tradición que se remonta a épocas fenicias. Este método de pesca, que captura al atún en su migración sin esquilmar el recurso, ya que solo captura ejemplares adultos que han pasado por muchos ciclos de reproducción, no puede ser castigado por decisiones políticas que buscan desviar cuota hacia flotas con métodos que a menudo son menos sostenibles.
La estrategia española, presentada el 22 de octubre de 2025, es clara: cualquier incremento debe beneficiar a los métodos de pesca artesanal. Nos jugamos en estos días que la ciencia se imponga a la política.
La Paradoja de la Superpoblación: Atún Rojo y Crisis de la Pesca Artesanal
Mientras la clase política negocia en la ICCAT la cuota del atún rojo en base a presiones geopolíticas, los pescadores artesanales de Barbate y del Estrecho de Gibraltar se enfrentan a una cruda paradoja biológica en sus propias aguas.
La exitosa recuperación del Thunnus thynnus ha generado una sobreabundancia de atún rojo que, lejos de ser una bendición para las pequeñas flotas, está provocando una grave crisis ecológica y económica.
El Efecto Depredador: El atún rojo es un depredador voraz. La excesiva población permanente en el Estrecho está esquilando las poblaciones de otras especies de interés comercial (como la caballa, el jurel y otras especies de la flota de cerco y trasmallo). Los pescadores confirman que la sobreabundancia de atún es un factor principal en la escasez de las pesquerías tradicionales.
La Solución Propuesta: Ante la sobreabundancia de atún y la escasez de otras especies, la flota artesanal ha planteado una solución de supervivencia: ampliar los permisos de captura de atún rojo a más embarcaciones y a flotas que actualmente no tienen cuota. Esta medida permitiría a las embarcaciones cubrir la pérdida de ingresos provocada por la falta de otras capturas y, a la vez, ayudaría a mitigar el impacto depredador del atún sobre el resto del ecosistema del Estrecho. Esta petición se ha elevado a la Junta de Andalucía y al Gobierno central.
La Plaga Silenciosa: El Azote del Alga Invasora
A esta crisis biológica se suma otra amenaza que está asfixiando literalmente a la pesca de la zona: la proliferación incontrolada del alga invasora (Rugulopteryx okamurae).
Desde su aparición, el alga ha colonizado el fondo marino, impactando negativamente en el hábitat y provocando un grave problema operativo.
Impacto Económico Directo: Los pescadores denuncian que en muchas jornadas de trabajo, especialmente las de artes menores y redes de fondo, las redes solo traen algas (Canal Sur, 18 de octubre de 2025). El peso del alga destroza los aparejos, multiplica los costes de combustible por la dificultad de arrastre y obliga a descartar las pocas capturas de valor que logran mezclarse en la masa vegetal.
Exigencia de Medios: El sector exige que la Junta y el Gobierno central aborden de forma urgente la declaración de esta alga como una plaga y que se dote a los ayuntamientos y cofradías de los medios y la financiación necesaria para su recogida en puerto y mar.
Barbate ante el Dilema
La comunidad pesquera de Barbate se encuentra así en un triple cruce de caminos: la amenaza de recorte de la ICCAT; la sobreabundancia de un recurso y la escasez del resto; y la plaga del alga que encarece y arruina la faena diaria.
La única salida es la flexibilidad y la sensibilidad política que permita a la flota artesanal compensar sus pérdidas. Ampliar los permisos para capturar el superpoblado atún rojo es la solución más inmediata y lógica para que la pesca artesanal de La Janda y el Estrecho no desaparezca bajo el peso del alga y la indiferencia institucional.

